martes, 2 de diciembre de 2014



¿Para dónde va Maduro?

 



Las reservas líquidas del BCV bajaron a menos de 200 millones de dólares, en otras palabras, no hay divisas, por ello el paralelo se ha disparado.

Los gastos del gobierno actual requieren alrededor de 110 dólares el barril, a pesar del gran endeudamiento que ha contraído, tanto Pdvsa como el gobierno central, en deuda interna. En ese renglón, el BCV  activó la maquinita para fabricar dólares sin sustento, monto que no se conoce, dado el cierre del instituto emisor para divulgar informaciones, que ni siquiera ha brindado al público los indicadores de inflación desde hace tres meses, pero en lo externo, se sabe que estamos hasta el cuello.

Las soluciones, luego de años de despilfarro, no son muchas. Sin embargo todos los economistas coinciden en la necesidad de aumentar el precio de la gasolina en el mercado interno, que amontan a 700 mil b/d y que  significaría, si se cubren los costos, aproximadamente en 3 bolívares el barril y si se deja un margen de ganancia para el circuito de transporte y de gasolineras, sería a 5 bolívares el barril. Lo que significaría para un vehículo que carga 50 litros, alrededor de 250 bolívares el barril, lo que equivale a menos de lo que cuesta una hamburguesa.

Esa es una de las medidas que debe tomar inmediatamente Maduro. La otra es unificar el tipo de cambio a un solo esquema, o tal vez a dos, sin embargo no podrá desmontar el control de cambio, ya que no tiene suficientes divisas de ingresos petroleros como para ni siquiera unificarla a 35 bolívares el dólar. Tendrá que aumentar el techo, lo que políticamente, en vista de las elecciones parlamentarias, resultaría en un gran rechazo.
Las más recientes leyes promulgadas, excluyen el ajuste por inflación, un gran golpe a la empresa privada, además sólo permiten extraditar divisas para las compañías transnacionales por un 80%. ¿Quién paga lo demás?.

En este contexto, lo que le queda al gobierno es estimular la producción nacional para ahorrar divisas que se han ido por el lado de las importaciones. Para ello, debe brindar seguridad jurídica a los productores nacionales que son sometidos a invasiones y expropiaciones. ¿Es la lucha contra el imperialismo o contra los productores nacionales? El gobierno debe definir sus esquemas.

Dejar de hablar de imperialismo y concentrarse en sus propios errores o aciertos y además reducir sus gastos superfluos e invertirlos en la producción interna





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