Las exportaciones de América Latina caerán alrededor de 1,4 por ciento en
2014, la primera contracción de las exportaciones desde el colapso comercial de
2009, de acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Es
el tercer año consecutivo de bajo dinamismo del comercio exterior, según las Estimaciones
de las tendencias comerciales de América Latina 2014.
El informe revela que, aunque a nivel regional se verificó una reducción de
las exportaciones, el desempeño difiere entre países. En diez economías se
registraron crecimientos de los envíos al exterior, en algunos casos inclusive
superiores al del comercio mundial, que sin embargo no lograron compensar la
caída de las exportaciones en los demás países. Mientras algunos se
beneficiaron de la recuperación de Estados Unidos, otros fueron perjudicados
por la contracción de las exportaciones al resto del mundo.
Por su tamaño, Brasil fue la economía que más contribuyó a la caída total.
Argentina y Perú mostraron las mayores tasas de contracción, seguidas por
Venezuela y El Salvador. Colombia, Chile y Panamá tuvieron caídas moderadas. El
incremento de las exportaciones de México es el de mayor importancia por su
peso relativo. Las exportaciones de Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Guatemala y
República Dominicana fueron las más dinámicas. En Honduras, Paraguay y Uruguay
las ventas externas crecieron, aunque a menor ritmo. Finalmente, en Costa Rica
se expandieron solo marginalmente. El Informe incluye datos detallados para 18 países latinoamericanos.
Estos resultados reflejan una generalizada reducción de los precios de los
productos básicos y los distintos patrones de integración externa de los países
de la región. En contraste con un aumento de las exportaciones a Estados Unidos
de 3 por ciento, las exportaciones a la propia región tuvieron la mayor
contracción y cayeron un 8%.
La debilidad de la actividad en Europa originó una
caída de 4 por ciento en su demanda por productos latinoamericanos. Las
importaciones de Asia desde América Latina se contrajeron alrededor de 5 por
ciento, a raíz de la desaceleración del crecimiento en esa región y de la
reorientación del modelo de crecimiento de China hacia el consumo interno.
En 2015, una demanda más firme de Estados Unidos debería beneficiar a la
región, especialmente a México y Centroamérica, mientras que las menores tasas
esperadas en el crecimiento de China continuarán afectando a los principales
exportadores de productos agrícolas y minerales de Sudamérica.
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