Para las familias de clase media en
América Latina ir a Disney World es casi lo mismo que cumplir el rito familiar
que hacen los católicos cuando van a peregrinar hasta Santiago de Compostela.
Pero,
para algunos venezolanos será ahora más fácil visitar al santo español que ver
a Disney, especialmente para aquellos que detentan el poder y tienen familia. Y
es que ayer el Senado de Estados Unidos aprobó un paquete de sanciones
contra altos dirigentes de Venezuela implicados en la represión de protestas
populares, en los que se incluyen la negación de visado para entrar en EE.UU. y
la congelación de los bienes que puedan tener en ese país.
Así
que los que critican permanentemente al “imperialismo yanqui” tendrá que
visitar otros países menos ese. La disposición afecta alrededor de sesenta
personas, pero algunos analistas estiman que el listado podría afectar a más de
un centenar de funcionarios.
Ya
en agosto, el Departamento de Estado había anunciado qu prohibía el visado a
una lista de 24 miembros del aparto gubernamental chavista y de la fuerza
militar, sobre todo de la Guardia Nacional, a resultas de la implicación
oficialista en la represión de las manifestaciones que hubo en los primeros
meses de este año, que arrojó 43 muertos, casi 900 heridos y más de 2.500
detenidos.
El
gobierno de Obama tiene ya el visto bueno del Senado y de la Cámara de
Representantes, le tocará a él decidir
si aplica las sanciones.
En
el listado, que no pueden viajar a Disney World y a EE.UU. está el ex ministro del Interior durante las protestas, Miguel
Rodríguez Torres, así como quién fuera el titular de Relaciones Exteriores, el
inefable Elías Jaua.
El
reporte incluye al exjefe de la inteligencia militar Hugo Carvajal, y el actual
responsable de esa área, Iván Hernández. Otros nombres de la lista son el de la
fiscal general, Luisa Ortega; la defensora del pueblo, Gabriela Ramírez; los
generales jefes de la Guardia Nacional en varias de las regiones militares y
los gobernadores Tareck el Aissami, Henry Rangel Silva, Francisco Rangel,
Alexis Ramírez y José Gregorio Vielma Mora.
Ya
el Senado de EE.UU. tenía varios informes sobre la situación de los derechos
humanos en Venezuela, tanto de la OEA como de la ONU, sin embargo había varios
senadores demócratas y republicanos en la lista del lobbing venezolano. Especialmente la senadora Mary Landrieu, que
perdió su cambur este sábado pasado, ya que no fue reelecta en las elecciones en Luisiana, en la segunda
vuelta de las legislativas. Esa senadora de la tolda demócrata había bloqueado
la iniciativa para sancionar a Venezuela, porque Citgo, subsidiaria en Estados Unidos de la petrolera nacional venezolana Pdvsa,
tiene una planta en Luisiana. Con su cambio de voto, la decisión fue adoptada
por unanimidad, según reportaron agencias de noticias.
Sin
embargo, el senador republicano Marco Rubio,
impulsor de la propuesta en el Senado junto al demócrata Bob Menéndez, se felicitó
por el acuerdo. “Estados Unidos
respalda al pueblo de Venezuela en
la lucha contra sus opresores en el régimen de Nicolás Maduro. Este es un paso
largamente esperado, pero importante para demostrar el compromiso de Estados
Unidos con los derechos humanos y las aspiraciones democrática del pueblo
venezolano, en palabras y en acciones”, indicó Rubio en un comunicado.
Rubio
aclaró que las sanciones van “contra funcionarios del
régimen de Maduro y
contra matones que han pasado la totalidad de 2014 autorizando y ejecutando
asesinatos, golpizas, encarcelaciones injustificadas, juicios prefabricados y
acusaciones absurdas contra sus oponentes políticos y venezolanos inocentes”.
Estos
hechos ya forman parte de extensos expedientes tanto en la OEA, la ONU, como en
ONG, especialmente avaladas por la organización Human Rights Watch, que
denunció la implicación gubernamental en la violencia aplicada por la Guardia
Nacional y grupos civiles armados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario