viernes, 19 de diciembre de 2014

El pueblo cubano está contento por restablecimiento de relaciones con EE.UU.




Esta semana, luego del anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Cuba, a través de una conversación entre Raúl Castro y Barack Obama, la población cubana se mostró alegre y con esperanzas en la posibilidad de que se levante el bloqueo económico a la isla. No será tarea fácil, pero es un paso adelante. 

El bloqueo económico y comercial fue firmado por el ex presidente J.F. Kennedy en el mes de febrero del año 1962, hace 52 años, como producto de la Guerra Fría, el ascenso al comunismo, luego de la caída del dictador Fulgencio Batista y la toma del poder por un grupo de guerrilleros identificados como “Movimiento 26 de Julio” capitaneado por Fidel Castro, el “Ché” Guevara, Camilo Cienfuegos y otros.

La situación se complicó aún más cuando Castro apuntó los cohetes rusos hacia Florida. La Unión Soviética, para aquel entonces, debido a las consecuencias de dicha acción, y de la firme posición de Kennedy, decidió anular la operación y retirar los cohetes. Sin embargo, todavía estaba pendiente la política que asumió el régimen de Fidel Castro, el 17 de mayo del año 1959, que empezó con la reforma agraria, expropiando las haciendas de caña de azúcar, principal producto de exportación de la isla, al igual que hizo con las propiedades productoras de tabaco (los famosos Habanos)  la producción de ron, casinos y hoteles. Pero, los cambios no se quedaron solo en nacionalizaciones de grandes empresas, la política de expropiaciones alcanzó hasta la última bodega del país, hecho que influyó decisivamente en la huida de miles de cubanos hacia Florida y en las represalias de USA.

La Unión Soviética había conseguido un enclave, a pocas millas de EE.UU. y la penetración (con el debido subsidio) a la guerrilla en América Latina y luego en Angola. De hecho, la ayuda soviético-cubana fue un factor importante para la guerrilla venezolana, que se formó por dos factores principales: la esperanza de lograr la revolución comunista en Venezuela y la decepción de no haber incluido al PCV y otros grupos y partidos que habían luchado para derrocar al régimen de Marcos Pérez Jiménez, luego del famoso “Pacto de Punto Fijo”, en el gobierno. Rómulo Betancourt, Presidente de Venezuela para esa época, no apoyó al régimen de Castro y luego del frustrado intento de invasión de Venezuela, en Machurucuto con tropas cubanas y de la izquierda radical venezolana, Betancourt pidió a la OEA que excluyera a Cuba de esa instancia regional.

Han pasado muchos años desde que eso ocurrió. Fidel Castro tiró lazos con Rafael Caldera para establecer la “política de pacificación con la guerrilla” y con Carlos Andrés Pérez, de hecho estuvo en su toma de posesión (de CAP) en su segundo gobierno, mientras se comentaba en círculos de la izquierda que el “capo” cubano fomentaba los sucesos de febrero del año 1989, pocos meses luego de la reelección de CAP.

Pero, al final, Fidel consiguió, con Hugo Chávez Frías,  lo que no le había permitido Betancourt: conseguir petróleo gratuito y la penetración, para asegurarse el suministro del crudo a cambio de mano esclavizada de  médicos y deportistas, además de la incursión del G-2 cubano en las aduanas y en el control militar y de identificación.

Ahora, que Fidel Castro tiene 88 años (nació el 13 de agosto de 1.926) y su hermano Raúl, que detenta actualmente el poder por “sucesión real”, tiene 83 años (nació el 3 de junio del año 1.931), están próximos a su destino mortal, por causas naturales, ya que no han descubierto alguna fórmula que los prolongue más allá de lo que concede la vida, decidieron que no van a salir “con las tablas en la cabeza” y  han preferido “negociar con el imperio”.

 De hecho, el juego es ganar-ganar. Gana Obama, que tenia los puntos bajos, por lo menos en el terreno internacional, especialmente con la ONU, que desde el año 1.988 está pidiendo el levantamiento del bloqueo y gana con la la población en Cuba. Pero, tiene una piedra de tranca con los republicanos que dominan el Senado de EE.UU., en los cuales hay descendientes de cubanos que no olvidan el descalabro que sufrieron sus padres y abuelos en la isla a raíz de las expropiaciones.

Además, el bloqueo económico decretado por Kennedy fue reafirmado por la Ley Torrricelli (año 1992) y luego por la de Helms-Burton en el año 1.996. Estas disposiciones están firmes en las leyes estadounidenses, los únicos que la pueden cambiar son los parlamentarios, y como todos saben, el Congreso de ese país está dominado por Republicanos, que tal vez se plieguen si Cuba entrega algo concreto, que permita resarcir los bienes expropiados a los cubanos y a las empresas de EE.UU. Tal vez se conformen algunas condiciones que le permitan la entrada a las empresas petroleras y a otras. Así es que pactan los republicanos.

Veremos. Ahora es cuándo comienzan las negociaciones fuertes y crudas. Mientras, el régimen venezolano está a la espera de lo que decidan sus capataces cubanos.

La ONU  y las empresas se contentan
Al conocer la decisión de Barack Obama, la ONU se sintió alegre y satisfecha y así lo expresó, al igual que la Unión Europea y la inefable OEA. Los férreos opositores a cualquier tipo de acercamiento con Cuba mientras continúe el régimen castrista, creen que el Congreso nunca dará el brazo a torcer. Para el senador conservador Marco Rubio (de origen cubano), no quedan dudas: "El Congreso no va a levantar el embargo". 

Rubio, considerado un eventual candidato del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2016, adelantó que tanto él como su partido usarán "todas las herramientas a nuestra disposición para revertir tantos cambios como sea posible". Tiene el apoyo total del Partido Republicano e incluso de algunos demócratas que aspiran a los votos de la población cubana y venezolana en Florida.  La representante Ileana Ross, cree que deberán existir argumentos de peso para reformar la Ley Helms-Burton y la "Ley sobre Comercio con el Enemigo".

Así que Obama tendrá que hacer un gran lobbing para avanzar en su apertura hacia Cuba en el Congreso de EE.UU. no obstante el apoyo de muchos países a la apertura, incluyendo China, España, Brasil, Uruguay, Argentina y otros países.

 La primera reunión para restablecer las relaciones diplomáticas se celebrará en La Habana a finales del mes de Enero, según informó Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para América Latina.  "El proceso es relativamente simple, realmente, desde una perspectiva legal", dijo. Pero esto "requiere que los dos países alcancen un acuerdo sobre el proceso", así como "poner punto final a un acuerdo de 53 años con el gobierno de Suiza como poder protector" de las recíprocas secciones de Interés en Washington y en La Habana.

A pesar de los Republicanos, hay grandes intereses de empresas norteamericanas para penetrar el mercado cubano, entre ellas el fabricante automovilístico General Motors, el gigante agrícola Cargill o la cadena de venta de muebles Ethan Allen Interior han aplaudido el paso dado este miércoles para restaurar relaciones diplomáticas con la isla, informó el diario de información económica The Wall Street Journal , según reportan agencias de noticias Además, otras grandes compañías estadounidenses creen en la expansión de ventas y exportaciones comerciales de ciertos bienes y servicios desde Estados Unidos, con el objetivo de apoyar ‘al naciente sector privado cubano’.

El restablecimiento permitirá también aumentar el nivel de envío de dinero de $500 a $2,000 por trimestre para las remesas que reciben los ciudadanos cubanos desde territorio estadounidense, y las instituciones de Estados Unidos podrán abrir cuentas en instituciones bancarias cubanas para facilitar el procesamiento de transacciones financieras autorizadas. Por su parte, los viajeros que vayan a Cuba estarán autorizados a importar bienes valorados en $400, de los cuales no más de 100 pueden consistir en productos de tabaco y alcohol.

‘Cuba necesita todo lo que fabricamos en Estados Unidos’, dijo el director de asuntos gubernamentales del fabricante de maquinaria pesada Caterpillar, Bill Lane, a The Wall Street Journal .
El mayor obstáculo para establecer unas relaciones comerciales plenas entre ambos países continúa siendo el embargo decretado por Estados Unidos sobre la isla, una barrera que sólo puede levantar el Congreso





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