Ya no se trata de la tradicional llamada telefónica para dar la feliz
navidad y el año nuevo a los familiares en el exterior, que por cierto las
líneas se congestionaban, ni siquiera de twitter o de Facebook o mensajes, que
también son alternativas.
Ahora hay varias tecnologías en vivo, entre ellas
Skipe, que permiten la comunicación bidireccional. Sin embargo, cada día más, y
ahora en estas festividades, las familias están utilizando el Ustream Tv, una
plataforma on line que cuenta con diversos canales que permite la transmisión en vivo sin
ninguna instalación de software. Lo único que hay que hacer es registrarse y se
puede utilizar incluso desde un dispositivo móvil. Lo pueden hacer en forma gratuita o en forma de pago (calidad y cuenta
Broadcasting).
Esta tecnología fue fundada en marzo del año
2007 en San Francisco (EE.UU.) por John Ham, Brad Hunstable y Gyula Feher, para relacionar a las familias y amigos que se encontraban en el ejército,
destacados en Irak durante la guerra. El éxito de esta experiencia que permitió
la comunicación de los soldados con sus familiares en USA, ahora posibilita su
uso civil en modo de transmisión en vivo como DaCast, Justin.tv, Veetle,
Livestream, Bambuster, Blogstar y otras. Sin embargo, Ustream le ha ganado a
sus competidores, en importantes eventos y transmisiones. De hecho, el canal
MTV, la CSB y el cantante Justin Bieber tienen su propio canal en Ustream.
Este avance tecnológico fue ampliamente
utilizado por las familias venezolanas para verse el pasado 24 y 25 de diciembre,
de este año que concluye. Hay que recordar que, luego de ser durante varios
siglos un país de inmigrantes, que huyeron de sus naciones por problemas
económicos, políticos y sociales, hoy Venezuela se convirtió en un país de
emigrantes que buscan un nuevo futuro en otros lugares, especialmente por problemas
de inseguridad, falta de oportunidades y de búsqueda de reconocimiento de sus
capacidades profesionales y huyendo de un sistema instaurado que no permite ver
un futuro esperanzador.
Pero, antes, los que llegaron a este país se
comunicaban con cartas, telegramas (cuando era algo urgente) y luego por teléfono, especialmente los que
tenían familiares bastante lejos, como el caso de los portugueses, italianos,
españoles y chinos. Los colombianos, ecuatorianos y peruanos, cruzaban las fronteras en ciertas festividades
para encontrarse con sus familiares, bien sea por carretera o por avión. Una
segunda oleada de inmigración, debido a las dictaduras del Sur de América,
tenían que seguir acudiendo a cartas y a llamadas telefónicas.
Los venezolanos, aparte de los refugiados
políticos o de las transacciones comerciales, no conocíamos lo que significaba
la emigración ni la comunicación con empresas o familiares en el exterior. Internet
rompió con las reglas. Y también lo hizo el gobierno venezolano, al
desincentivar el futuro para cientos de miles de venezolanos, especialmente
jóvenes mayores de 24 años, profesionales, técnicos y emprendedores, que no ven
futuro en este país, desde hace 20 años aproximadamente.
De hecho, se registran
oficialmente más de 215 mil venezolanos viviendo en EE.UU., especialmente en el
estado de Florida y otros muchos que han conseguido su nacionalidad europea y
se han ido. También influye en este fenómeno, el despido de más de 20.000
empleados de Pdvsa, que han terminado ubicándose en países como Colombia,
Brasil, EE.UU., Canadá, Australia,
Irlanda y los países árabes o en cualquier sitio remoto en el que se requiera
su experiencia.
Es bastante grave que la clase media emigre.
Es la “clase colchón” que amortigua los conflictos entre ricos y pobres, y que
le brinda esperanzas para el ascenso social a los sectores populares con el
trabajo constante y duro. No se trata solamente de “fuga de cerebros”, sino de
ausencia de la gente que puede reconstruir este país. Algunos se quedarán en el
exterior, la mayoría, por haber establecido sus familias y su futuro. Otros
regresarán, pero no serán los mismos que emigraron. Traerán otras culturas y
otros conceptos basados en la modernidad y en conceptos más liberales de
libertades y derechos humanos, además de exigencias de lo que debe ser un
Estado que cumpla con sus ciudadanos.
Toda esta gente, venezolana, especialmente
los ubicados en lugares remotos que no les permite viajar en festividades y
visitar a sus familiares, ahora lo hacen con las nuevas tecnologías de
comunicaciones con base Internet. Además de Skipe, han estado utilizando Ustream,
en sus pantallas de TV. Allí pueden ver cumpleaños, graduaciones, matrimonios,
nacimiento de hijos o sobrinos y hasta funerales. Están presentes en forma
virtual, pero están en vivo. La comunidad global se acerca a través de la
tecnología y las distancias se acortan. Es lo que hay. Ya no hay regreso para
miles de venezolanos. Esto se convirtió en una diáspora. Pero, esa gente,
nuestra gente, de alguna forma influirá en el cambio y estará comunicada.
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