domingo, 28 de diciembre de 2014

Bajos precios del petróleo se mantendrán hasta mediados de 2015




Diciembre ha sido una “montaña rusa”, con mercados angustiados por la abrupta caída del precio del petróleo y de corredores bursátiles desesperados, apenas con tiempo para asistir a la cena navideña, que coloca en jaque sus bonos y percepciones anuales, especialmente en Wall Street y Londres. Luego de grandes carreras, parece que llegó la calma. Los informes oficiales señalan que Wall Street registró un alza de 5% del PIB en la economía de EE.UU., en su tercer trimestre y el índice Dow Jones su ubica en 18.000 puntos, un récord en la historia de la bolsa de Nueva York. Eso tranquilizó los ánimos y los inversionistas y corredores se aflojaron las cortabas y disfrutaron de su pavo, junto a su familia.


 

Aunque la cena de Navidad fue tranquila, no sabemos lo que ocurrirá en la del año nuevo. Tal vez, los corredores tendrán que salir apurados de sus casas. En Wall Street colocaron simbólicamente al tradicional toro, signo de potencia, riquezas, buena suerte. 

Sacan cálculos de promedios históricos y se muestran optimistas. Esperan que las acciones de las empresas pequeñas y medianas sigan subiendo, especialmente al analizar su comportamiento en el corto y mediano plazo versus el largo plazo de grandes empresas. Es una cuestión de volúmenes de negocios, no importa si son grandes o pequeñas empresas,  Lo que no dan los grandes lo pueden dar un gran número de pymes.

Los analistas del Dow Jones creen que los indicadores muestran un crecimiento continuo desde comienzos de este mes y que se mantendrá hasta el año nuevo, aunque aclaran que será para el 70% de los casos, con un crecimiento del 0,51”. Lo cierto es que algunos creen que el precio del petróleo “tocó piso” y que es la hora de invertir. Otros son más prudentes, especialmente luego de las declaraciones del Secretario General de la Opep y del ministro de Petróleo de Arabia Saudita, que dijeron públicamente no importarle si los precios del crudo bajaban hasta 20 dólares el barril. 

Por lo pronto los agentes bursátiles recomiendan a sus clientes invertir a corto plazo en acciones de empresas de consumo general, en vista de los ahorros en precios del combustible para vehículos y calefacción de parte de los consumidores, especialmente en líneas aéreas, compañías de transporte terrestre, alimentos, vehículos e incluso hipotecas de corto plazo.

Otros corredores, más arriesgados, le dicen a sus grandes clientes, con mayor músculo financiero, que inviertan en acciones de petroleras y de servicios aledañas, en vista de que consideran que el bajo precio del petróleo podría revertirse en el segundo semestre del año venidero. 

Esto, motivado al hecho de que si siguen los actuales precios del crudo, disminuirán su presencia en el mercado las empresas de la energía ecológica o verde (paneles solares, energía eólica y los hidrocarburos producto del fracking), que no podrán aguantar la competencia de los hidrocarburos convencionales, y que han crecido (los ecológicos) debido a un precio del crudo que sobrepasó los 100 dólares el barril y estimuló la inversión en nuevas alternativas energéticas. Pero podrían caer, si los productores Opep y no Opep, siguen a largo plazo las directrices de Arabia Saudita, que quieren sacar del mercado especialmente el “shale oil” y los productos del fracking.

En el primer semestre del 2015, seguirán los precios bajos, en vista de que en EE.UU. ya están explotando más de 30.000 pozos de shale oil, ya la inversión se hizo y están “bombeando”, especialemnte en Dakota del Norte y Texas, además de las arenas bituminosas del Canada. A esto se agrega que China se mantendrá en un 7% de crecimiento y Europa tratará de estabilizarse, por lo que no se prevé mayor demanda. Es lo mismo que ocurre en tecnologías ambientales, ya la inversión está hecha.  Pero, en el segundo semestre del año venidero, con este precio del crudo convencional, probablemente se frenen nuevas inversiones en esos frentes alternativos y regresen a dominar el mercado los crudos convencionales. Es un problema de músculo financiero. La batalla está abierta, pero el capital es miedoso. Los que apuesten a largo plazo, a pesar de las incertidumbres, ganarán.

De hecho, las nuevas tecnologías, que por cierto detentan los grandes países industrializados y con los mejores investigadores del mundo, prevén que en un futuro no muy lejano, será el sol y las energías limpias, las que proveerán las necesidades globales. Mientras tanto, habrá que ver la batalla en el terreno de “lo que hay”.
 

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