Subsidiamos a los vecinos y nosotros hacemos colas gigantescas para comer |
Si damos por
cierta la cifra que se expone de exportaciones petroleras venezolanas a
Petrocaribe, de 200.000 barriles diarios, Venezuela habría dejado de recibir ingresos
por aproximadamente 6.8 millardos de
dólares, una buena cantidad de recursos, que estarían en la caja de Pdvsa si
esa cantidad se hubiese vendido cash a los mercados internacionales, cuyo
precio (de la canasta de crudos de Venezuela) promedió durante el año pasado en
93 dólares el barril.
Otras fuentes, extraoficiales refieren que el monto sería
mayor, por cuanto estiman que las exportaciones de crudo a Petrocaribe
promediaron alrededor de 260.000 barriles diarios durante el año 2.014. Solamente
Cuba se lleva más de 100.000 barriles diarios, y una gran parte la revende en
el mercado internacional.
Si este año,
colocando perspectivas positivas, el precio del barril venezolano promedia 50
dólares el barril, estaríamos hablando de dejar de percibir alrededor de
3.650.000.000 de dólares. Una pelusa, dirían. Y es que, el apoyo y “blindaje
político” parece valer más que las necesidades de Venezuela. Así lo dejó
Chávez, por instrucciones de Fidel y Raúl Castro, y así se quedó la “cosa”. Por
un lado subsidiamos y dejamos de percibir divisas y por el otro estamos
buscando dinero en los mercados internacionales. Es como si les diéramos nuestra
comida a los vecinos y nos quedáramos pidiendo en la calle para comer.
Solamente para que nos nombren Presidente de la Junta de Condominio del
edificio y que nuestros hijos se orinen en los ascensores y coloquen música estruendosa en el apartamento o en el estacionamiento. Nadie dirá nada. Es lo mismo que ocurre en términos de derechos humanos y políticas. Patente de corso. Nadie dice nada. La "coima" calla la boca de la OEA, de Mercosur, de Unasur, del Alba y de todos los que reciben recursos o apoyo de Venezuela.
Y es que,
mientras ayudamos a los países de Petrocaribe, Alba y Mercosur, Venezuela cerró
su indicador de inflación en más del 60 por ciento, con una importante caída
del PIB, lo que se llama estanflación (estancamiento con inflación), una de las
peores enfermedades de los sistemas económicos. Y los otros países que
subsidiamos tienen tasas de un dígito y crecimiento. ¿Cómo se come eso?, diría
Miquilena.
Es que a pesar de las consignas de “gobierno popular”, el régimen no
consulta a nadie. Por lo menos a alguien que sepa. Y mucho menos a los empresarios,
a los que hay que levantarles una estatua, especialmente a Mendoza en Polar,
que a pesar de todo, sigue produciendo y alimentando al pueblo. Los otros, se
comieron todo y están raspando la olla.
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