martes, 13 de enero de 2015

Se le complica deuda y préstamos a Venezuela

Ya Venezuela está calificada como país con bonos basura


Que lo diga Moody´s Corporation, fundada en el año 1.909, es de un peso impactante en el mercado internacional. 

Calificar a Venezuela con Caa 3, significa que esa casa de inversiones y calificadora de riesgos cree que Venezuela está en el callejón de la basura.

 Esa nota que le pusieron a Venezuela quiere decir que el país estará sujeto a un riesgo de financiamiento muy alto y en el límite de de calidad de crédito de extrema pobreza. Las empresas o países calificados con ese nivel están sujetos a suspensión de pagos, por su insolvencia, se pone en duda que pueda pagar la totalidad de sus compromisos por falta de liquidez o divisas en efectivo.

Dada la situación, la calificadora recomienda que los países, en esa situación, lleguen a un acuerdo con los acreedores, que podría devenir en supervisión judicial, para acordar el monto a pagar y los plazos. Aunque esto no significa la quiebra, considerando que Venezuela tiene activos (entre ellos el petróleo), los mismos no son suficientemente líquidos para pagar a los acreedores.

Estas calificaciones, a las que se les sumarán otras en los próximos días, colocará a Venezuela en una difícil situación. Aunque el Ministro Marcos Torres haya dicho que garantiza el pago de la deuda en marzo de este año, por 2.100 millones de dólares, todavía estará pendiente la deuda de Pdvsa. ¿La refinanciarán? ¿A qué precio? La calificación de riesgo podría llevar a la República y a la petrolera estatal a pagar unas de las tasas más altas del mundo, entre  17 y 20% de interés. 

Cancelar esa deuda, significará a corto, mediano y largo plazo,  una importante restricción en las divisas que otorga el país para importaciones y cupos de viajeros. Veremos. Habrá que esperar lo que trae Maduro de su gira, con familiares incluidos, en efectivo y cuál será el costo de los compromisos en términos de la hipoteca sobre los recursos petroleros y mineros de Venezuela.

Maduro, por su concepción política heredada de Chávez, no doblará su pulso para llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo pondría a dieta y le exigiría disciplina fiscal y una acertada política fiscal, monetaria y cambiaria. Sin embargo, en fuentes financieras se comenta que hay “lazos con el FMI, aunque no formales”.  Total, la masa no está para bollos. O se arriman a la realidad o se hacen los locos y los agarrarán los zamuros, a ellos y a todos los venezolanos.

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