El gobierno puso a los consumidores a pelear

"Ese pollo es mío, lo ví antes" así están las cosas en Venezuela

La situación llegó al extremo que los consumidores, luego de largas colas ante las puertas de mercados, supermercados, abastos y farmacias, se pelean entre sí para arrebatarse un pollo o un paquete de detergente.

Eso, creo, no que no se  vive ni en Corea del Norte. Este país, Venezuela,  este bendito país, tierra de gracia, llegó a este extremo. No existe ni siquiera la planificación económica centralizada, que de por sí es mala. Lo que hay es un gran despelote, que al final se refleja en el conocimiento y el manejo de la economía de parte de funcionarios que no saben,  o a los que no les importa en absoluto la suerte del pueblo consumidor.

Éste es el régimen que se llena la boca hablando del pueblo y a todos los  ministerios les agrega el epíteto de Poder Popular. Pero no es capaz ni siquiera de garantizar unos pollos. Ni unos paquetes de detergentes, ni las medicinas que requieren realmente los enfermos. No les importa que se mueran de cáncer, de un infarto o de una de esas epidemias de dengue.

Se comieron todos los ingresos de petrodólares y parece que quieren más. No están dejando ni los huesos. Eso es lo que hay. Unos militares que casi tumbaron a CAP (que luego lo hicieron varios medios y los llamados “notables”), con el famoso “por ahora”.  ¿Qué pasó al final? Simplemente basta ver los resultados de este desastre. Además, el descaro es tremendo. Criticaron a CAP por la ayuda a Violeta Chamorro para pacificar a Nicaragua, ahora Venezuela les paga bonos a empleados públicos de Nicaragua. Le regala petróleo a Cuba y otros países. Y las maletas llenas de dinero van y vienen.  Recordar caso Antonini.  ¿Y la justicia? Bien, gracias. ¿Existe la Contraloría General de la República? En el papel, sí. ¿Alguien ha vuelto a ver algún informe? ¿Y la Comisión de Contraloría de la AN? Solamente con imaginarse quién la preside, no hace falta ningún otro comentario.

Total, los resultados son los que explican la gran farsa y equivocación en la que incurrió una gran parte del país que ha sustentado a éste “régimen revolucionario”. Si al “pueblo” le gusta esta farsa, seguiremos viendo el espectáculo.  Si se cansan de las colas, la inflación, la delincuencia, la corrupción, por favor le reclaman a Miraflores. ¿Saben la dirección?