Promotor financiero pierde 9,4 millones de euros, de sus inversionistas,
en el casino
Nueve millones, cuatrocientos mil euros, es
la suma que perdió un empresario en un casino, suma que no era de él, sino de
los inversionistas que habían confiado en sus propuestas financieras. Este
señor, italiano, de 61 años, oriundo de San Piero in Bagno, se presentó
recientemente en el comando de las autoridades financieras, en Forli, para
confesar su “maniática pasión” por el dinero y los juegos de azar y expresó
abiertamente sus sentimientos de culpa sobre lo actuado
Entre sus víctimas también aparecen
familiares y parientes, a los que estafó. La lista es larga, hay empresarios,
pequeños emprendedores, comerciantes, industriales, abogados y familiares,
hasta su cuñado al que le sustrajo 600 mil euros, que el pobre hombre, ahora,
había invertido con la esperanza de recoger frutos en tasas de interés y
rendimientos, para invertirlos en sus hijos y pagar lo que cuesta la formación
en universidades de prestigio.
Entre los personajes, “embarcados”, aparece
incluso una señora de 71 años, cuyo consorte había sido profesor justamente de
este “estafador”, en su educación superior, y que quedó “guindando” con 730 mil
euros.
El caso, ya cerrado por parte de las
autoridades policiales y de investigación, ahora conforma un expediente, que
está en manos de la Justicia.
El hombre prefiere la
cárcel
“No quiero regresar a mi casa” habría dicho el supuesto estafador a las autoridades financieras, “prefiero la cárcel”: expresó mucho miedo y vergüenza luego de haber engañado a tanta gente, especialmente a clientes y amigos, haber escondido sus intenciones a su esposa, que no tenía ni la más mínima idea, según declaró, de las andanzas de su marido. Esta persona, cuyo nombre todavía no se puede revelar, ya que se encuentra en las primeras de Oficio, en manos de la fiscalía italiana, recibió dinero en efectivo, transferencias y títulos al portador. Falsificó documentos, logotipos de empresas, firmas de sociedades financieras, cuentas que además enviaba regularmente vía correo a sus clientes.
“No quiero regresar a mi casa” habría dicho el supuesto estafador a las autoridades financieras, “prefiero la cárcel”: expresó mucho miedo y vergüenza luego de haber engañado a tanta gente, especialmente a clientes y amigos, haber escondido sus intenciones a su esposa, que no tenía ni la más mínima idea, según declaró, de las andanzas de su marido. Esta persona, cuyo nombre todavía no se puede revelar, ya que se encuentra en las primeras de Oficio, en manos de la fiscalía italiana, recibió dinero en efectivo, transferencias y títulos al portador. Falsificó documentos, logotipos de empresas, firmas de sociedades financieras, cuentas que además enviaba regularmente vía correo a sus clientes.
Los “inversionistas”, que en algún momento pedían
le devolvieran el capital invertido, recibían como respuesta las dificultades
para hacer líquidas las obligaciones en títulos y el tiempo que ello
requeriría, dadas las fechas de vencimiento de sus inversiones. Utilizaba los
fondos de sus inversionistas con pagaré de casas de juego. Desde el año 2011,
solicitaba a los inversionistas que depositaran en dos cuentas, que coincidían
con las de las casas de juego. Cuando ellos, los inversionistas, entraban por
las cuentas a través de Internet, se encontraban que sus inversiones estaban
respaldadas por firmas conocidas e importantes.
Montos asignados a casinos
En otros casos, el promotor solicitaba transferir dinero a personas y no a empresas, tal vez para convencerlos que estaban evadiendo el fisco y se iban a ahorrar unos recursos. El valor global de los títulos asignados al Casino, está por encima de los dos millones de euros y también otras fuentes financieras arrojan cifras cercanas a los 3.618.400 euros, con una sanción del 40% sobre ese monto. Los que ganaron fueron los primeros que se anotaron, como en cualquier pirámide financiera. Cobraron capital e intereses (que daban un rendimiento de 20% sobre capital invertido), “trampa-jaula” para atraer nuevas inversiones, que quedaron atrapadas en la vorágine de la especulación, la usura y las ansias de ganar dinero “fácil”.
En otros casos, el promotor solicitaba transferir dinero a personas y no a empresas, tal vez para convencerlos que estaban evadiendo el fisco y se iban a ahorrar unos recursos. El valor global de los títulos asignados al Casino, está por encima de los dos millones de euros y también otras fuentes financieras arrojan cifras cercanas a los 3.618.400 euros, con una sanción del 40% sobre ese monto. Los que ganaron fueron los primeros que se anotaron, como en cualquier pirámide financiera. Cobraron capital e intereses (que daban un rendimiento de 20% sobre capital invertido), “trampa-jaula” para atraer nuevas inversiones, que quedaron atrapadas en la vorágine de la especulación, la usura y las ansias de ganar dinero “fácil”.
Información tomada y traducida libremente de “Il Sole24ore” e información propia.
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