Nuestros hijos se nos van
Los jóvenes se van, los más preparados, emigran de un país que era de inmigrantes, que recibió durante muchos años a gente huyendo de la Segunda Guerra Mundial. Luego de las dictaduras en América Latina, también llegaron argentinos, uruguayos, chilenos y de otros países, cuyos líderes hoy detentan el pode en sus terruños, pero que algunos de ellos resultaron unos cabrones. Venezuela era un país libertario, acogedor. Ahora, todos los días les hacemos una pequeña, pero sentida despedida a nuestros hijos y cada vez el dolor de esa ausencia nos duele más.
No podemos frenarlos, es su futuro, es su vida. La que nosotros ya vivimos y ellos no pueden vivir, no pueden conseguir dinero para un apartamento, ni para la boda. Eso es lo que hay luego de 16 años de "socialismo del siglo XXI. Esto hiede. Estamos endeudados hasta con el diablo. Pasarán por lo menos 30 años para volver a tener un país racional. Pero, al final, quedará, luego de estos avatares, un ejemplo para a población venezolana. Los militares a su cuartel. Los corruptos a la cárcel. El populismo, solo como discurso, nunca como praxis.
Yo sí creo que nuestros hijos verán un nuevo futuro, no puedo adivinar si regresarán. Lo único que no podemos hacer, y eso recaerá en la conciencia de cada quién, es no salir a votar en contra de estos ineptos, corruptos y farsantes, el próximo 6 de diciembre, que será el comienzo del fin de estos choros en el poder.
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