Varios países sudamericanos sufrieron en los últimos meses
una depreciación de sus monedas frente al dólar, debido a la crisis
internacional que convirtió a la divisa estadunidense en uno de los mejores
refugios.
Analistas financieros vinculan este fenómeno a la caída de
los precios internacionales de las materias primas y las turbulencias
financieras en China, lo que provocó que los inversionistas se volcaran a
comprar dólares para evitar pérdidas financieras.
También incide la política monetaria de la Reserva Federal de
Estados Unidos respecto a los tipos de interés, lo que configura un panorama
que, a juicio de expertos, seguirá afectando a las monedas sudamericanas lo que
resta de este año.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), las monedas de 15 países latinoamericanos se depreciaron en 2014
debido a los anuncios efectuados sobre política monetaria por las economías
desarrolladas, a lo que se sumó una considerable caída de los precios de los
productos básicos.
Además, a esos factores se sumaron “la menor disponibilidad
de fondos en los mercados internacionales, el menor apetito por activos de
países emergentes, la desaceleración del crecimiento en países de la región y
las menores tasas de interés como resultado de la relajación de las condiciones
monetarias”.
El organismo de Naciones Unidas acotó que, entre diciembre de
2014 y abril de 2015, Brasil acumuló una depreciación de 14,9 por ciento,
seguido de Uruguay (9,1 por ciento) y Paraguay (7,0 por ciento).
Añadió que “en países con tipos de cambio más flexibles, como
Brasil, Chile, Colombia y Perú, la depreciación de las monedas con respecto al
dólar y el efecto de transferencia relacionado fueron elementos que
contribuyeron a explicar un aumento de la inflación”.
En este marco, varios bancos centrales de la región, como el
brasileño y el peruano, emplearon el año pasado y en parte del actual sus
reservas internacionales para intervenir los mercados de divisas y atenuar las
fuertes presiones a la depreciación de sus monedas.
Aunque se esperan bajas en las inversiones extranjeras
directas en sectores como la minería y la energía, lo que afectaría a países
como Chile y Perú, los exportadores de esas naciones se verán favorecidos por
un dólar de mayor valor, pero se observaría una baja de la demanda interna.
Analistas financieros también prevén que el futuro de las
monedas sudamericanas, en particular de Chile, Perú y Brasil, dependerá del
futuro de la economía china, ya que su crecimiento económico depende de la
exportación de materias primas a la nación asiática.
La moneda más depreciada de Sudamérica este año, respecto al
dólar estadunidense, es el real brasileño, con una tasa de 31,1 por ciento,
seguida de Colombia (25,8 por ciento), Paraguay (18,0 por ciento), Uruguay
(17,0 por ciento), Chile (12,8 por ciento) y Argentina (9,1 por ciento).
Un caso particular es el de Ecuador, que tiene al dólar como
moneda única desde 2000 y que ve como, producto de la depreciación que viven
los países vecinos, las exportaciones se encarecen y las importaciones se
abaratan.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa aseveró hace unos
días que “el petróleo sigue cayendo, y el dólar se ha apreciado, lo cual hace
al Ecuador un país caro”, tras lo cual recordó que se aplicaron salvaguardias a
un tercio de las importaciones para evitar la salida de divisas.
El caso de Venezuela
Otro caso es Venezuela, donde la depreciación del bolívar
sólo se puede medir en el mercado paralelo al oficial y ésta llegaría, según
estimaciones de entidades bancarias, al 750 por ciento en los últimos 12 meses.
Este fenómeno provocó que, por ejemplo, un billete de 100
bolívares, el de mayor denominación, solo valga 13 centavos de dólar al tipo de
cambio en el mercado paralelo.
Fuente: Notimex
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