La ciudad de Nueva York y Uber llegaron a un acuerdo de
último momento que abandona, por el momento, la intención de limitar el número
de vehículos que puede tener la compañía de transporte en las calles de la
metrópoli más poblada de la nación.
El gobierno del alcalde Bill de Blasio anunció la tarde del
miércoles que Uber aceptó la realización de un estudio de
cuatro meses sobre el impacto de los autos afiliados a la empresa sobre el
tráfico y el medio ambiente de la ciudad.
Bajo el acuerdo, la ciudad no limitará el crecimiento de Uber
durante esos cuatro meses. El acuerdo contrasta tajantemente con la legislación sobre la
que votaría el concejo el jueves, la cual exige a la compañía con sede en San
Francisco un límite de crecimiento en la ciudad de Nueva York de 1% durante un
estudio a realizarse en un año. Uber se ha opuesto con firmeza a cualquier
límite, y la compañía y el ayuntamiento habían intercambiado observaciones cada
vez más mordaces durante la última semana.
Pero las hostilidades fueron dejadas a un lado para anunciar
el sorpresivo acuerdo, el cual incluyó además un compromiso para proporcionar a
la ciudad mucha más información respecto a la ubicación y duración de sus
viajes. La compañía aceptó también discutir sobre un esfuerzo para conseguir
que más de sus vehículos sean accesibles a personas con discapacidad y que
contribuyan a la red de transporte masivo de la región.
La compañía de 40.000 millones de dólares se ha vuelto una
fuerza dominante en las calles de Nueva York, donde moviliza 25.000 vehículos,
comparados con 13.000 de los emblemáticos taxis amarillos de la ciudad.
Fuente:
AP
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