Cuando las empresas comienzan a pensar en cómo redefinir su
estrategia y modelo de negocio para los próximos años, ahora que el entorno se
ha vuelto favorable y empezamos más a mirar a futuro, es muy fácil cometer
algunos errores que observamos en las empresas de nuestro alrededor.
He aquí los 10 errores que toda empresa debe evitar al
redefinir su estrategia:
1. Miopía estratégica: En ocasiones, las empresas no
detectan a tiempo los cambios que se están produciendo en el mercado. La
realidad sociológica de los mercados ha cambiado mucho y junto con las tecnologías
y la globalización está mutando todos los mercados e incluso los industriales.
No ver esos cambios nos hace insensibles a la necesidad de cambio interno en el
modelo de la empresa. La empresa está competitiva en función de su entorno de
negocio y muchas siguen actuando como si todo fuera igual.
2. Inercia estratégica: Ante la incertidumbre del mercado y
el entorno, las empresas, como las personas, tienden a buscar certidumbre y eso
lleva a repetir aquello que les ha ido bien, sin pararse a pensar si otro
planteamiento u otra estrategia sería mejor. Los directivos y empresarios se
sienten cómodos y les da seguridad ejecutar aquello que han hecho bien siempre.
Pero, en ocasiones, esto nos hace perder posiciones y puede condenar nuestro
futuro.
3. Olvidar el enfoque
de largo plazo: Hay
compañías en las que se ha interiorizado tanto el corto plazo que los modelos
de supervivencia se han interiorizado. Es un grave error, cuanto más cambia el
mercado más claro debemos tener muy claro el horizonte, sobre todo porque el
día a día nos impide plantear acciones que nos permitan estar donde queremos
estar. Cuanta más tormenta y oscuridad hay en el mercado, más necesario son los
faros y las orientaciones a largo plazo, es lo que da sentido y coherencia a
los virajes operativos del día a día.
4. No tener en cuenta
la velocidad de cambio interna de la empresa: Cuando una empresa se plantea redefinir su
estrategia, debe atender a su propia velocidad de cambio interna, pues puede plantear
cambios muy rápidos con la velocidad del mercado y no estar internamente en esa
velocidad con lo que generará frustración y desfase. La estrategia tendrá que
trabajar como mejorar esa velocidad de cambio interno como principal eje de
trabajo.
5. No alinear cultura
empresarial y estrategia: Cuando en una empresa la cultura va por un lado y la estrategia va por
otro, lo cierto es que la organización se decantar por la cultura. Por ello, es
muy importante definir la estrategia bajo esas restricciones y en función de la
cultura de la empresa. Como se suele decir "la cultura se desayuna todos
los días a la estrategia".
6. No contar con
sistemas de seguimiento y control de la estrategia: Cambiar una estrategia, redefinirla
o hacerla nueva precisa de un exhaustivo control de la información que nos
permita en cualquier momento conocer cómo se está implementando la estrategia y
si debemos modificarla.
7. No poner al cliente
en el centro del proceso: en la construcción de los modelos de negocio a futuro el bien escaso es
la demanda, no es el producto o servicio. Hay que construir los modelos desde
la demanda.
8. Falta de visión
holística: Muchas
veces las personas que están detrás de la empresa tienden a reproducir los
modelos que conocen en su empresa y sector, hay que salir de los sectores donde
uno esta, de los mercados en los que opera, conocer la historia de la
categoría, etcétera, para plantearse otros nuevos que quizás mejorarían los
resultados.
9. No Fomentar los
procesos participativos en la reflexión estratégica: no es bueno que solo la dirección
participe de la reflexión estratégica, es bueno que se participe desde
distintas áreas para romper ciertos paradigmas y esquemas desde gente diferente
para ver alternativas. Otra cosa es que las decisiones son de la Dirección y/o
la propiedad.
10. No contar con una
visión objetiva externa: Hace falta que cuando la empresa se plantea re-definir la estrategia,
cuente con alguien externo que le permita 'ver la viga en el ojo propio'.
Contar con apoyo externo mejora sustancialmente la adopción de mejores
prácticas, visión crítica y velocidad de cambio interna en los procesos de
desarrollo estratégico de la empresa.
En conclusión, desde la prudencia de no caer en estos
errores, es necesario plantear adecuadamente la re-definición de la estrategia
para lograr que tenga mayor probabilidad de éxito.
Fuente: Eleconomista.es
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