domingo, 16 de agosto de 2015

Los drones vuelan alto y más rápido que las regulaciones gubernamentales



Los drones están pasando de ser "aparatitos" de aeromodelismo a potentes máquinas voladoras autónomas que avanzan más rápido que las regulaciones y la capacidad de las autoridades de controlar un denso tráfico que puede provocar accidentes.
Según datos de la Administración Federal de Aviación de EU (FAA), los casos en los que pilotos han denunciado riesgo de colisión con un dron (en la mayoría de los casos cuadricópteros caseros) se multiplicó el mes pasado por cuatro y por ocho en junio, comparado con los respectivos meses de 2014.
Los pilotos han llegado a ver drones volando a alturas de hasta 3.000 metros, algo que ha elevado la preocupación de las autoridades de aviación civil, que intentan regular este tipo de aparatos tanto entre aficionados como en una industria emergente.
La FAA está enfrascada en una campaña, "Know before you fly" ("Conoce antes de volar"), para alertar de los potenciales problemas que causan los drones, que pueden ser construidos en casa y convertidos en sofisticados artilugios voladores con un presupuesto de unos 600 dólares.
La industria de drones es la que más rápido ha puesto manos a la obra para que los operadores de esos aviones no tripulados, profesionales o aficionados, conozcan dónde se puede volar y dónde no.
Las tensiones entre desconocimiento de las leyes y ausencia de normas claras son los síntomas de las primeras fases del nacimiento de un nuevo sector industrial, que en el futuro permitirá la fumigación de plantaciones de manera totalmente automática o el envío de paquetería con drones de hasta ocho rotores robotizados.
Una vez más el desarrollo tecnológico parece ir más rápido que la capacidad del Gobierno para regular y, solo en febrero de este año, la FAA emitió una primera propuesta para reglamentar el vuelo de pequeños aparatos sin piloto.
Una de las normas que más ha incomodado a la industria es la necesidad de que el operador tenga que tener en todo momento el aparato a la vista, algo que la FAA está reconsiderando, ya que es un requerimiento que acabaría con la posibilidad del vuelo de drones autómatas, en los que los inversores ven el futuro.
El gigante del comercio por internet Amazon, que en diciembre dejó a la industria de la paquetería boquiabierta al proponer realizar envíos con drones guiados por GPS, propuso el mes pasado en una conferencia de la NASA su concepto de un nuevo espacio aéreo.
Hasta los 60 metros el tráfico de drones deberá tener límites de velocidad claros, mientras que entre los 60 y los 120 metros se podrán operar drones avanzados a altas velocidades, con una zona de exclusión aérea entre los 120 y 150 metros, y cerca de puntos sensibles como aeropuertos, según la multinacional.
La Asociación de Electrónica de Consumo (CEA) considera que 2015 marcará un punto de inflexión para el futuro de la industria de drones, que adquirirá un valor estimado de 105 millones de dólares este año, un 52% más que en 2014.
"En Estados Unidos vuelan diariamente 85.000 aparatos de aviación comercial, carga y militar. Ese número probablemente se quede en nada comparado con los vuelos de drones en los próximos diez años", adelanta Amazon.
Fuente: La Prensa

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