Agosto fue un mes brutal para los inversionistas en Wall
Street. Temores de una desaceleración en la economía china y la preocupación
sobre cuándo es que la Reserva Federal incrementará las tasas de interés,
provocaron un marcado declive en las acciones este mes.
Aunque el mercado logró recuperar gran parte del terreno
perdido, el índice Standard & Poor's 500 terminó agosto con un retroceso de
6,3%, su peor desempeño desde mayo de 2012.
Los remates comenzaron a mediados de mes, luego de que China
sorprendiera a los inversionistas con una devaluación de su moneda. La medida,
tomada para impulsar la economía China, al parecer tuvo un efecto opuesto. Los
operadores mundiales interpretaron la decisión como señal de que la economía
China, la segunda más grande del mundo, crecía a un ritmo más lento de lo
previsto. Eso, combinado con otro declive en los mercados financieros de China,
encendió los focos de alarma en Asia, Europa y América.
Las ventas fueron marcadas. El volumen de los movimientos,
que comúnmente se reduce durante el verano, alcanzó su punto más alto. En un
momento del mes, el índice S&P 500 cayó a un nivel de
"corrección", que es cuando se ubica 10% por debajo de su punto
máximo más reciente.
Este lunes, los declives fueron relativamente modestos. El
promedio industrial Dow Jones perdió 114,98 puntos, 0,7%, para cerrar en
16.528,03. El S&P 500 cayó 16,69 unidades, 0,8%, para ubicarse en 1.972,18
y el compuesto Nasdaq retrocedió 51,82 puntos, 1,1%, para quedar en 4.776,51.
Las pérdidas pudieron ser peores, pero el precio del crudo,
que llevaba una tendencia a la baja al abrir la jornada, logró revertir el paso
luego de que el Departamento de Energía de Estados Unidos recortó el estimado
de producción petrolera del país. Dicho reporte impulsó los precios, por lo que
el sector energético fue el único dentro del S&P 500 en terminar con
ganancias.
Antes de que el mercado chino sufriera su desaceleración, las
operaciones en Estados Unidos no gozaban precisamente de cabal salud. La
reciente temporada de reportes de utilidades corporativos generó apenas
ganancias modestas.
Es poco probable que la situación cambie en septiembre. Aun
sin tomar en cuenta la reputación histórica del mes como uno de los más
complicados del mercado, los inversionistas deberán lidiar con la reunión de la
Reserva Federal sobre las tasas de interés los días 16 y 17 del mes, además de
que los datos económicos de Estados Unidos y China
Además, los operadores siguen de cerca los movimientos de la
Reserva Federal. El vicepresidente de la Reserva, Stanley Fischer, señaló el
fin de semana que la Fed aún tiene un "argumento sólido" para
incrementar las tasas de interés en septiembre. Dicha declaración contradice la
idea de que la situación económica actual de China y la volatilidad del mercado
mundial pondrían en espera la decisión del banco central.
Fuente: AP
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