Estados Unidos pidió el domingo a Colombia y Venezuela buscar
una solución diplomática a la crisis fronteriza que enfrenta a los dos países,
y dijo que las deportaciones deben realizarse de conformidad con la ley
internacional, respeto a los derechos humanos y coordinación entre las naciones
involucradas.
Bogotá y Caracas llamaron a consultas a sus embajadores por
la crisis que se desató hace más de una semana cuando el presidente venezolano,
Nicolás Maduro, ordenó el cierre de una parte de la frontera binacional después
de un enfrentamiento de contrabandistas con militares que dejó gravemente
heridos a dos uniformados.
Desde entonces, más de 1.000 colombianos han sido deportados,
expulsados o repatriados, mientras que más de 7.000 regresaron voluntariamente
por temor, generando una crisis humanitaria ante la necesidad de albergue,
comida, salud y vestuario.
"El Departamento de Estado (de Estados Unidos) apoya los
esfuerzos de Colombia y Venezuela para resolver el conflicto diplomáticamente y
agradece iniciativas para abordar la situación en un foro multilateral
apropiado. Estamos dispuestos a trabajar con ambos países y otros socios
regionales para encontrar una solución pacífica, humana y duradera", dijo
un comunicado oficial.
"Respetamos la importancia de fronteras seguras y la
migración segura y ordenada. Sin embargo, también creemos que las deportaciones
deben realizarse de conformidad con la ley internacional respetando los
derechos humanos de todos los involucrados y en coordinación con el país que
los recibe".
No obstante, Venezuela rechazó la oferta estadounidense para
ayudar a encontrar una solución a la crisis y pidió a Washington "no
inmiscuirse" en asuntos bilaterales de Bogotá y Caracas.
"Exigimos al gobierno de Estados Unidos no inmiscuirse
en asuntos de índole estrictamente bilateral entre Venezuela y Colombia",
dijo en un mensaje publicado en la red social Twitter la canciller venezolana
Delcy Rodríguez.
Colombia denunció que sus ciudadanos deportados fueron
víctimas de atropellos y violaciones a los derechos humanos, aunque Caracas
negó las acusaciones.
"La Revolución Bolivariana ha garantizado derechos
humanos fundamentales al éxodo masivo de hermanos colombianos que no son
atendidos por su país de origen", dijo también la canciller venezolana en
un mensaje por Twitter.
La extensa frontera terrestre de 2.219 kilómetros entre
Venezuela y Colombia facilita el paso sin mayores controles, lo que favorece
actividades ilegales como el contrabando de combustibles y alimentos.
Aunque el lenguaje entre los dos países aumentó de tono,
Bogotá aseguró que es impensable romper relaciones con Venezuela, mientras que
el presidente Maduro dijo que estaría dispuesto a reunirse "solo" con
su homólogo colombiano Juan Manuel Santos "en donde quiera, como quiera y
cuando quiera".
A su turno, Santos pidió reuniones de emergencia con la
UNASUR y la OEA.
Fuente: Reuters
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