lunes, 2 de febrero de 2015

La encrucijada de Venezuela, mitos y realidades

Pocos le ganaron a muchos a pesar del poder militar de los adversarios


Venezuela está en una encrucijada. De lo que ocurra próximamente tal vez dependerán los próximos 100 años del país. Todos lanzan sus pronósticos: los cristianos van a las iglesias a rezar y a pedir, al igual que hacen los judíos leyendo sus antiguas escrituras y los árabes la tradición oral del Islam, basada en el Corán, cada quién tratando de adivinar, incluyendo la biblia  de Marx, para los que pueden entender el oráculo  del marxismo en su retórica del materialismo dialéctico, de su pensamiento ateo, otros acuden a José Gregorio Hernández  o a Yaracuy (casa de María Lionza) y otros más se dirigen a Birongo para tratar de descifrar a los yorubas y a las culturas africanas.

Hay cosas que no se entienden, que nunca el ser humano ha entendido. Por ello acuden a sus ancestros y a sus creencias.

Así ocurrió con los chinos en el “I Ching”: el oráculo chino de las Mutuaciones, que parece ser el texto más antiguo conservado por la humanidad, cuyo propósito  era reflejar los cambios que operan constantemente en todos los niveles del universo. Pero, éste oráculo no solamente pretende   predecir los hechos, sino que se adentra  en el por qué de las cosas,  son como son y lo que se puede hacer al respecto, para poder enfrentar el porvenir. Hay muchos otros oráculos, muy antiguos, como el Tarot de los Arcanos, los Celtas.

Otro que no se puede olvidar es el  Oráculo de Delfos, un templo dedicado al Dios Apolo y al que consultaban los griegos para adivinar su futuro y la suerte en las guerras, situado al pié del Monte Parnaso. Los vaticinios, según los antiguos historiadores permitieron a los griegos invadir exitosamente Sicilia y todo el mundo helénico y más allá. Los que al final decidían o traducían lo que habían dicho los dioses eran  las Pita o Pitonisas (Sibilas).

También hay que destacar El Oráculo Egipcio, dedicado al Dios Amón –Ra en Siwa (Norte del Líbano actual). El oráculo hebreo de Torea Goral (Garalot), en Fenicia, el templo dedicado a Bealzadud (Delzebú) y los de Babilonia.

Por su parte, en África del Norte estaba el Dios Yoruba, que los esclavos africanos trajeron a América. Que trabajaban con varias materias primas mágicas, entre ellas el coco (biagué), Diloggun (los caracoles) y el  Ifa, a través de babalawos (o babalaos) con el Dios Orsiha.

Purerta del Sol, alto Perú
Por su parte, ante que llegaran los españoles y europeos con sus creencias, predominaba la religión incaica, basada en un sistema metodológico desde la época preincaica hasta Tahuantinsuyo, creyentes también de la sabiduría de la tierra,  “la Pachamama” y en el alto Perú, de la coca, que era el oráculo Inca, para predecir el futuro, según cómo se situaban las hojas de coca, interpretación a cargo de los chamanes.
No podemos olvidar a una cultura muy importante, como fueron los aztecas. Que trazaban lazos entre las cuatro pirámides y las estrellas. Que habían calculado perfectamente que el año se componía de 365 días, sin embargo ellos lo dividían en 18 meses, y no en 12 como se estima actualmente. Para ellos, el creador del universo era Ometeolt.
Tampoco podemos dejar de lado la importante cultura del alto Perú, especialmente La Puerta del Sol,  (Inti Punka) un gran monumento de Tiahuanaco, en la actual Bolivia,  en la que la huella Aymara tenía sus propios dioses para vaticinar el futuro.
Ahora, lo vaticinios ya no dependen de la cultura, por lo menos en Venezuela, que apenas éramos una Capitanía General, de caribes, nómadas sin ningún asentamiento importante.
Las empresas, especialmente las trasnacionales, hoy, en Venezuela tratan de consultar a los Oráculos de compañías asesoras, como Datanálisis o Econométrica u otras, para predecir el futuro. Ya no basta con economistas, ahora también consultan sociólogos y periodistas de renombre. Parece que entendieron que más allá de la lógica existen fenómenos que tienen que ver más con Freud que con la propia economía y con “las agallas” del poder”, que no siempre es un asunto racional.

En ese esquema, de predecir el futuro, habría que adentrarse en algo muy singular: el gobierno hará todo lo posible por detentar el poder, sin consultar a ningún poder extraterrestre. Tal vez, algunos consultarán a algunos demonios o ángeles. Pero, la verdad, es que el pragmatismo del poder domina, incluso por encima del “infierno” de Dante.

Si nos vamos por la lógica griega, este gobierno ya está caído. Pero no estamos en una democracia griega. Estamos en un esquema más parecido a la mafia siciliana. Generales, soldados y consejeros para seguir con el poder y la corrupción. Y nadie puede combatir ese esquema ofreciendo flores.

Aquí, como relatamos la historia, surgen de nuevo los “espartanos”. Aunque no sean muchos, son una fuerza que cree en su país, en propia fortaleza y en sus aspiraciones.




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