Pocos le ganaron a muchos a pesar del poder militar de los adversarios |
Venezuela está en una encrucijada. De lo que ocurra próximamente
tal vez dependerán los próximos 100 años del país. Todos lanzan sus
pronósticos: los cristianos van a las iglesias a rezar y a pedir, al igual que
hacen los judíos leyendo sus antiguas escrituras y los árabes la tradición oral
del Islam, basada en el Corán, cada quién tratando de adivinar, incluyendo la
biblia de Marx, para los que pueden entender
el oráculo del marxismo en su retórica
del materialismo dialéctico, de su pensamiento ateo, otros acuden a José
Gregorio Hernández o a Yaracuy (casa de
María Lionza) y otros más se dirigen a Birongo para tratar de descifrar a los
yorubas y a las culturas africanas.
Hay cosas que no se entienden, que nunca el ser humano
ha entendido. Por ello acuden a sus ancestros y a sus creencias.
Así ocurrió con los chinos en el “I Ching”: el oráculo
chino de las Mutuaciones, que parece ser el texto más antiguo conservado por la
humanidad, cuyo propósito era reflejar
los cambios que operan constantemente en todos los niveles del universo. Pero,
éste oráculo no solamente pretende predecir los hechos, sino que se adentra en el por qué de las cosas, son como son y lo que se puede hacer al
respecto, para poder enfrentar el porvenir. Hay muchos otros oráculos, muy
antiguos, como el Tarot de los Arcanos, los Celtas.
Otro que no se puede olvidar es el Oráculo de Delfos, un templo dedicado al Dios
Apolo y al que consultaban los griegos para adivinar su futuro y la suerte en
las guerras, situado al pié del Monte Parnaso. Los vaticinios, según los
antiguos historiadores permitieron a los griegos invadir exitosamente Sicilia y
todo el mundo helénico y más allá. Los que al final decidían o traducían lo que
habían dicho los dioses eran las Pita o
Pitonisas (Sibilas).
También hay que destacar El Oráculo Egipcio, dedicado
al Dios Amón –Ra en Siwa (Norte del Líbano actual). El oráculo hebreo de Torea
Goral (Garalot), en Fenicia, el templo dedicado a Bealzadud (Delzebú) y los de
Babilonia.
Por su parte, en África del Norte estaba el Dios
Yoruba, que los esclavos africanos trajeron a América. Que trabajaban con
varias materias primas mágicas, entre ellas el coco (biagué), Diloggun (los
caracoles) y el Ifa, a través de babalawos
(o babalaos) con el Dios Orsiha.
Purerta del Sol, alto Perú |
Por su parte, ante que llegaran los españoles y
europeos con sus creencias, predominaba la religión incaica, basada en un
sistema metodológico desde la época preincaica hasta Tahuantinsuyo, creyentes
también de la sabiduría de la tierra, “la
Pachamama” y en el alto Perú, de la coca, que era el oráculo Inca, para
predecir el futuro, según cómo se situaban las hojas de coca, interpretación a
cargo de los chamanes.
No podemos olvidar a una cultura muy importante, como
fueron los aztecas. Que trazaban lazos entre las cuatro pirámides y las
estrellas. Que habían calculado perfectamente que el año se componía de 365
días, sin embargo ellos lo dividían en 18 meses, y no en 12 como se estima
actualmente. Para ellos, el creador del universo era Ometeolt.
Tampoco podemos dejar de lado la importante cultura
del alto Perú, especialmente La Puerta del Sol,
(Inti Punka) un gran monumento de Tiahuanaco, en la actual Bolivia, en la que la huella Aymara tenía sus propios
dioses para vaticinar el futuro.
Ahora, lo vaticinios ya no dependen de la cultura, por
lo menos en Venezuela, que apenas éramos una Capitanía General, de caribes,
nómadas sin ningún asentamiento importante.
Las empresas, especialmente las trasnacionales, hoy,
en Venezuela tratan de consultar a los Oráculos de compañías asesoras, como
Datanálisis o Econométrica u otras, para predecir el futuro. Ya no basta con
economistas, ahora también consultan sociólogos y periodistas de renombre.
Parece que entendieron que más allá de la lógica existen fenómenos que tienen
que ver más con Freud que con la propia economía y con “las agallas” del
poder”, que no siempre es un asunto racional.
En ese esquema, de predecir el futuro, habría que
adentrarse en algo muy singular: el gobierno hará todo lo posible por detentar
el poder, sin consultar a ningún poder extraterrestre. Tal vez, algunos
consultarán a algunos demonios o ángeles. Pero, la verdad, es que el
pragmatismo del poder domina, incluso por encima del “infierno” de Dante.
Si nos vamos por la lógica griega, este gobierno ya
está caído. Pero no estamos en una democracia griega. Estamos en un esquema más
parecido a la mafia siciliana. Generales, soldados y consejeros para seguir con
el poder y la corrupción. Y nadie puede combatir ese esquema ofreciendo flores.
Aquí, como relatamos la historia, surgen de nuevo los
“espartanos”. Aunque no sean muchos, son una fuerza que cree en su país, en
propia fortaleza y en sus aspiraciones.
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